Este espectacular edificio con apariencia de nave espacial es en realidad la última iniciativa de la casa francesa Chanel: un museo móvil.
Esta pequeña cáscara futurista instalada entre los rascacielos de Hong Kong alberga en su interior 700 obras de arte inspiradas en el clásico bolso acolchado 2.55 creado por la dama de la moda Coco Chanel.
Como tributo al estilo e influencia de Chanel, el diseñador de la casa parisina, Karl Lagerfeld ha invitado a veinte artistas contemporáneos a inspirarse en el famoso bolso acolchado creado por Coco Chanel en febrero de 1955, y lo ha revestido de un marco singular creado para la ocasión, un pabellón desmontable diseñado por una de las arquitectas más reconocidas del panorama internacional, Haza Hadid, ganadora del Premio Pritzker en 2004.
Este proyecto es cautivador: tanto las obras como el museo, ideado para poder ser montado y desmontado en 20 días, recorrerán las principales ciudades del mundo desde Hong Kong , hasta Tokio, pasando por Nueva York, Londres y Moscú hasta la clausura en París en febrero de 2010.
El diseño y el talento se han unido para rendir culto a Gabrielle Bonheur, nombre real de mademoiselle Chanel. . Entre las piezas más codiciadas se encuentra el "Árbol de los deseos", de Yoko Ono, "La danza de los siete velos" del fotógrafo japonés Nobuyoshi Araki, la videoinstalación "Todas las cosas están dentro" de Sudobh Gupta, “La danza de los siete velos”, de Nobuyoshi Araki, donde el cuerpo de una joven bailarina se deshace de las cadenas del bolso de Chanel o la escultura compuesta por cientos de cadenas y trozos de bolsos creada por la coreana Lee Bul. Estos artistas, entre otros, se suman a “Mobile Art”, nombre con el que acertadamente se ha bautizado este evento.
Esta pequeña cáscara futurista instalada entre los rascacielos de Hong Kong alberga en su interior 700 obras de arte inspiradas en el clásico bolso acolchado 2.55 creado por la dama de la moda Coco Chanel.
Como tributo al estilo e influencia de Chanel, el diseñador de la casa parisina, Karl Lagerfeld ha invitado a veinte artistas contemporáneos a inspirarse en el famoso bolso acolchado creado por Coco Chanel en febrero de 1955, y lo ha revestido de un marco singular creado para la ocasión, un pabellón desmontable diseñado por una de las arquitectas más reconocidas del panorama internacional, Haza Hadid, ganadora del Premio Pritzker en 2004.
Este proyecto es cautivador: tanto las obras como el museo, ideado para poder ser montado y desmontado en 20 días, recorrerán las principales ciudades del mundo desde Hong Kong , hasta Tokio, pasando por Nueva York, Londres y Moscú hasta la clausura en París en febrero de 2010.
El diseño y el talento se han unido para rendir culto a Gabrielle Bonheur, nombre real de mademoiselle Chanel. . Entre las piezas más codiciadas se encuentra el "Árbol de los deseos", de Yoko Ono, "La danza de los siete velos" del fotógrafo japonés Nobuyoshi Araki, la videoinstalación "Todas las cosas están dentro" de Sudobh Gupta, “La danza de los siete velos”, de Nobuyoshi Araki, donde el cuerpo de una joven bailarina se deshace de las cadenas del bolso de Chanel o la escultura compuesta por cientos de cadenas y trozos de bolsos creada por la coreana Lee Bul. Estos artistas, entre otros, se suman a “Mobile Art”, nombre con el que acertadamente se ha bautizado este evento.
Una diseñadora de culto… Coco Chanel
“Chanel es la fascinante paradoja”, dijo Vogue en 1957, “la diseñadora que no tiene en cuenta la moda, que sigue su propia línea impecablemente elegante en la callada confianza de que la moda volverá a ella… y sin duda lo hace”.
Coco Chanel es la diseñadora más influyente del siglo XX. Diseñó el traje femenino definitivo, llevó ropa de hombre, lució el pelo corto y presumió de su bronceado cuando se consideraba un distintivo de la clase obrera. Revolucionaria, la sombra de Chanel planea sobre la moda hasta hoy. El traje Chanel clásico – sin cuello, de corte simple, adornado con trencillas y una discreta cadena cosida en el dobladillo- ha trascendido todos los movimientos del siglo XX, su estilo copiado hasta la saciedad (se le atribuye la introducción de los pantalones para las mujeres) y el perfume más famoso del mundo, Chanel nº 5, dan buena muestra de la influencia de esta diseñadora.
Con una vida amorosa decepcionante y una personalidad irritable, conocidas eran sus continuas críticas a sus contemporáneos: despreciando a Elsa Schiparelli como modista, acusando a Christian Dior de vestir a las mujeres como sillones y haciendo a Balenciaga un cumplido que no podía ser más ambiguo, admirando su diseño pero cuestionando su habilidad para cortar.
Odiada y admirada a partes iguales, en sus últimos años Chanel llevó una existencia solidaria, residiendo en el Hotel Ritz de París.
A su muerte, la marca Chanel encontró a su sucesor natural, Kart Lagerfeld, en 1983.
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