No es la primera vez que la alta costura, en este caso de la mano del enfant terrible, se sube a los escenarios. En 1990, Madonna recorría el mundo vestida de Jean Paul Gaultier. Durante el “Blond Ambition Tour”, la cantante lució el ya famoso corsé de senos cónicos del diseñador francés que la convirtió en una leyenda viva de la música.
Otra de las afortunadas cantantes- si así se le puede llamar- que disfruta de diseños exclusivos es Victoria Beckham. El modisto florentino Roberto Cavalli es la persona que se encarga directamente del vestuario de Victoria Beckham, y fue el mismo que tuvo la tarea de diseñar todo el guardarropa de las “Spice Girls”, para la gira de reencuentro del grupo, “The Return of Spice”.
La carrera de Gaultier empezó el día de su decimoctavo cumpleaños, cuando fue contratado como dibujante de bocetos en Pierre Cardin. Un año después paso a Esterel, luego a Jean Patou, donde trabajo dos años antes de volver a Cardin. En 1978 presenta su primera colección de moda en Paris, sin éxito. “Fui el hazmerreír durante tres años”, dijo al Sunday Express en 1987, “Y en Francia ser el hazmerreír no tiene gracia”.
En los ochenta genero ríos de tinta con sus travesuras en la pasarela, su corseteria conica y sus faldas para hombres- de las que en su momento vendió 3.000 en todo el mundo-. Vogue describió una de sus primeras colecciones como “una fusión variopinta de elementos robados al punk, sucia sofisticación y anécdotas de película de series B”. Su mejor momento fue, sin duda, vestir a Madonna con una mezcla de corsetería de raso y ropa negra con cadenas para su gira de 1990.
Gaultier ha trabajado varias veces con la coreógrafa Regine Chopinot, vestido a incontables estrellas del pop e incluso ha sacado su propio disco de música house How to do that?, con Tony Mansfield, en 1989. Su currículo como diseñador de vestuario incluye La ciudad de los niños perdidos (1995) de Caro y Jeunet, El quinto elemento de Luc Besson (1997) y en 1989, El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante dirigida por Peter Greenway.
Artista polifacético, también copresento Eurotrash, un descarado programa de televisión sensacionalista, en los 90. Aparecia cada semana, luciendo invariablemente falda escocesa y amplia sonrisa y exageraba su acento frances con todas sus ganas.
En una de sus primeras apariciones en la revista Vogue declaraba: “Mis afinidades están con los jóvenes y poco ortodoxos, así que creo ropa que rompa las normas, exagerada si quieres….”